Me encanta el idioma chino, y a raíz de mi estudio del idioma, me adentré en el fascinante mundo de los cdramas y la rica cultura china. Este viaje ha sido tan inspirador que escribí un libro titulado Una noche clara como el hielo, cuya historia se desarrolla en China. Si deseas sumergirte en esta narrativa llena de tradiciones y emociones, puedes adquirir el libro a través del siguiente enlace. ¡Espero que lo disfrutes tanto como yo disfruté creándolo!
MIS CUENTOS .
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Hace meses que la sinuosa silueta de la Gran Muralla China me empuja a adentrarme en ella, a lo lejos, la imagen nítida de un hombre de la dinastía Ming se difumina a medida que me acerco a él. Solo la flor de girasol que le dejo cada día permanece frente a mis ojos, ligeramente oculta bajo la neblina etérea que envuelve su espacio. Sin embargo, hoy por primera vez al detenerme allí, por un instante pude sentir el sonido de su túnica carmesí ondeando al ritmo del viento mientras que sus dedos se extendían recogiendo aquella flor amarilla.
Escrito por : Eliza Hamilton-Baillie
Explicación.
La Flor del Sol: Una Historia de Amor que Trasciende el Tiempo
En la narrativa titulada "La Flor del Sol", nos encontramos con una hermosa y melancólica historia que explora el poder del amor y su capacidad para trascender las barreras del tiempo. El relato tiene lugar en la Gran Muralla China, un monumento icónico cargado de simbolismo, y está protagonizado por una joven y un hombre de la dinastía Ming, quienes, en una vida pasada, compartieron un vínculo profundo. A través de elementos simbólicos, la historia nos invita a reflexionar sobre la persistencia del amor y su lucha contra las limitaciones del tiempo.
La Gran Muralla: Un Puente Entre Dos Épocas
La Gran Muralla China, famosa por su longitud e historia, se convierte en el escenario donde se desarrolla este reencuentro. En la narrativa, la sinuosa silueta de la muralla parece empujar a la protagonista a adentrarse en ella, guiándola hacia un encuentro que parece destinado. La muralla no solo representa una barrera física, sino también una separación entre dos tiempos diferentes, ya que el hombre sigue viviendo en la época Ming mientras que la joven ha reencarnado en el presente.
El Girasol y su Significado
El título de la historia, "La Flor del Sol", tiene un significado simbólico muy profundo. La joven deja cada día un girasol en la muralla, una flor que siempre mira hacia el sol, en un claro homenaje a la luz y al calor. Esta acción no es fortuita: en la historia, el hombre pertenece a la dinastía Ming, cuyo nombre en chino significa "luz" o "sol". El girasol, por tanto, simboliza la conexión espiritual entre ambos, con la luz como metáfora del amor y la verdad que los une a pesar del tiempo y el espacio.
La Reencarnación y la Persistencia del Amor
Uno de los temas más poderosos de la historia es la reencarnación. La joven y el hombre se conocieron en una vida pasada, pero ella ha renacido en una nueva era. Sin embargo, su amor trasciende el tiempo. Al principio, la joven no puede alcanzar al hombre, quien desaparece cada vez que se acerca. Esta frustrante dinámica resalta cómo el tiempo parece actuar como una barrera impenetrable. Sin embargo, su persistencia y la dedicación de dejar el girasol cada día simbolizan su fe en que, eventualmente, podrían reconectarse.
El momento crucial llega cuando, por primera vez, el hombre recoge la flor que ella ha dejado. Este simple gesto marca un punto de inflexión, sugiriendo que el amor y la conexión entre ambos han logrado traspasar la barrera del tiempo. La imagen de su túnica carmesí ondeando en el viento añade un toque visual potente, simbolizando la vida y la energía que fluyen nuevamente entre los dos.
El Poder del Amor Eterno
El mensaje de "La Flor del Sol" es claro: el amor verdadero puede trascender incluso las barreras del tiempo. A través de la perseverancia, el respeto y la memoria, los protagonistas logran volver a conectarse, aunque sea por breves instantes. La barrera del tiempo, representada por la Gran Muralla y la niebla etérea que envuelve al hombre, se desvanece momentáneamente cuando la joven demuestra que su amor sigue siendo tan fuerte como en su vida pasada.
Conclusión
“La Flor del Sol” es una historia cargada de simbolismo y belleza. A través de elementos como el girasol, la muralla y la figura del hombre de la dinastía Ming, la narrativa explora temas universales como el amor eterno, la reencarnación y la lucha por reconectar con un pasado que, aunque lejano, sigue presente en el corazón. Es una invitación a reflexionar sobre el poder del amor y su capacidad para desafiar las leyes del tiempo y el espacio.
¿Qué opinas sobre la posibilidad de viajar en el tiempo o la reencarnación? ¿Crees que el amor podría ser lo suficientemente poderoso como para trascender las barreras temporales, como en "La Flor del Sol"? En muchas culturas, la creencia en la reencarnación es una forma de explicar las conexiones profundas que sentimos con ciertos lugares o personas. ¿Tú crees que es posible que nuestras almas puedan reencontrarse en diferentes vidas o dimensiones? ¡Me encantaría conocer tu opinión!
Los hechos que narraré a continuación tienen un tiempo y un espacio definidos. Esto ocurrió en York, Inglaterra, a finales de los noventa, en una ciudad envuelta en misterio. Con su reputación de ser una de las más embrujadas de Europa, York se alza como un lugar donde los ecos de un pasado oscuro aún resuenan en cada rincón de sus calles adoquinadas.
Recuerdo perfectamente aquel día invernal. Una lluvia helada caía incesante mientras la ciudad era engullida por una penumbra casi tangible. Regresaba de la Universidad de York, como lo hacía siempre, pero algo era diferente. El ambiente, cargado de humedad y un silencio opresivo, parecía susurrar advertencias que no podía descifrar.
Me separaban de mi casa treinta y tres o cuarenta minutos dependiendo del camino que tomara. A menudo solía recorrer una parte de este en autobús hasta Huby Court para luego transitar la calle Aldwark durante aproximadamente diez minutos hasta llegar a mi casa, sin embargo; aquel día las murallas de la ciudad que tanto disfrutaba viendo se sintieron húmedas, oscuras y frías haciendo que mis pies siguieran la ruta de Walmgate acompañada por una multitud de tiendas y lugares turísticos. Aquel zumbido de la ciudad se escuchaba reconfortante y eterno. Ahora creo, más bien estoy segura, que no debí tomar aquella ruta, pero la oscuridad, el silencio invernal y las calles poco concurridas me hacían desear llegar a casa lo antes posible. A medida que avanzaba por las angostas veredas rodeadas de construcciones de ladrillo rojo y pequeñas callejuelas, sentía como si una figura fantasmal con una cuenta pendiente me mirara desde las residencias de casi todas las calles. Al llegar a King Square una helada brisa se coló a través de mi abrigo empujándome a desviarme hacia Stonegate, donde el cartel de “Ye olde Starre Inne” me dio la bienvenida. Me encontraba frente al pub más antiguo de York y también el más terrorífico de la ciudad. Por alguna razón una fuerza continuaba llevándome por caminos inusuales para mí. Me apresuré a adentrarme en Hight Petergate, para retomar el camino sin animarme a mirar atrás, más lo único que conseguí fue toparme con un grupo de turistas que seguían los rastros de los fantasmas de York, viajando en el tiempo, atravesando los siglos y experimentando las aterradoras historias. Comencé a sentir que indefectiblemente me encontraba, sin desearlo, en un tour nocturno de fantasmas por el antiguo corazón de mi ciudad.
Por suerte, la Catedral Metropolitana de San Pedro iluminada a los lejos me señalaba que me encontraba cerca de casa, a esas alturas mi corazón no hacía más que palpitar con fuerza y mis manos sudaban en vez de estar congeladas por las bajas temperaturas que rondaban los treinta y dos grados Fahrenheit. Sin embargo, la catedral gótica más antigua del norte de Europa no ayudó a sacar de mi mente las historias de fantasmas que se escondían en cada uno de los edificios. La extraña sensación de que alguien poco usual me vigilaba en la penumbra se acentuó impulsándome a acelerar mi marcha, debido a esto y a que la lluvia se había vuelta más intensa trastabillé y caí con mis rodillas en tierra, apoyando mis manos intentando instintivamente suavizar un poco el impacto. Estaba poniéndome de pie cuando algo me obligó a levantar mi vista hacia una pequeña casa detrás de York Minster, allí vislumbré la silueta de una niña en la ventana del piso de arriba que me observaba fijamente y cuya piel se hallaba cubierta por manchas circulares de color rojo. Aparté la vista inconscientemente y al volver a levantarla la figura había desaparecido. Recorrí los pocos metros que me separaban de mi destino repitiéndome que el efecto de la lluvia golpeando mi rostro acompañado de los reflejos de las luces de la catedral habían hecho que los detalles imprecisos sobre el vidrio formaran la figura de aquella niña.
Durante años había escuchado algunas de las historias más espeluznantes, pero sé, aunque no haya querido aceptarlo en ese momento, que aquella tarde por primera vez vi un fantasma. Dicen que los espíritus necesitan tiempo para acostumbrase a tu presencia y hoy verdaderamente creo que, aquel día esa niña decidió guiarme por los caminos embrujados de York.
Cuando esto me sucedió, no conocía la historia de la casa de la plaga ubicada en Minster Yard a la sombra de la catedral. Una casa relacionada con la pandemia de la peste negra que hizo sucumbir por primera vez a York en mayo de 1349 devastando la ciudad durante el verano de ese mismo año y que fue una visitante regular de Gran Bretaña hasta mediados del 1600.
Sin embargo, ahora puedo advertirles que, si alguna vez pasan frente a aquella casa, no cometan el error de mirar hacia la ventana izquierda. Tal vez, entre la penumbra, encuentren la figura de la niña, inmóvil, con su rostro marcado por manchas de la plaga y surcado de lágrimas secas. Desde el momento en que sus ojos huecos se cruzaron con los míos, algo cambió. Porque desde aquel día, en las noches más silenciosas, soy yo quien escucha una canción infantil, susurrada con una voz rota que nunca se aleja del todo.
Ring-a-ring o' roses,
A pocket full of posies,
A-tishoo! A-tishoo!
We all fall down.
"La Piedra del Dragón y La Piedra del Crisantemo"