El príncipe Murong Jing He de la Gran Dinastía Yan lidera su ejército Weibei para recuperar Qingzhou, un territorio perdido. Su victoria debería haber sido un momento de gloria, pero tras la entrada de su ejército a la ciudad, un devastador incendio estalla. Rápidamente se difunden rumores en Qingzhou, acusando al príncipe de guardar rencor contra el pueblo por su presunta traición a la Gran Yan. Se dice que el príncipe, conocido como el despiadado "General Carnicero", ordenó quemar la ciudad hasta sus cimientos.
En medio de las llamas, una joven llamada Mei Lin pierde a toda su familia. Consumida por el dolor y el deseo de venganza, jura matar al responsable de la masacre. Se une a una organización secreta llamada Shadow Works, donde pasa años sometida a un entrenamiento brutal, tras haber ingerido un veneno mortal que la convierte en una imparable asesina. Su primera misión es finalmente asignada: asesinar a su mayor enemigo, el príncipe Murong Jing He.
Disfrazada como una de las cien bellas Xiyan enviadas a la Gran Yan como parte de una alianza matrimonial política, Mei Lin espera pacientemente su oportunidad para atacar. Sin embargo, lo que no sabe es que el hombre que ideó toda su misión de asesinato —y la puso en este camino de venganza— no es otro que el propio Murong Jing He.